sábado, 17 de agosto de 2024

Comentarios a la Conferencia 23 de Freud “Los caminos de formación de síntoma”

Entre los años 1915, 1916 y 1917 Freud desarrolla una serie de conferencias que introducen al psicoanálisis a un público que no tiene formación psicoanalítica pero que está muy interesado en el tema de las formaciones del inconsciente. 

En la conferencia 23 denominada “Los caminos de formación de síntomas” el síntoma es presentado como una formación del inconsciente al igual que el sueño, el lapsus, el acto fallido y el chiste. El texto comienza con el planteo de una diferencia entre síntoma y enfermedad, que no deben confundirse. El síntoma en tanto formación del inconsciente es un efecto, mientras que la enfermedad, es decir, la neurosis, queda del lado de la causa. Por ello, para Freud, el psicoanálisis implica una clínica que no apunta a buscar la causa del síntoma sino la causa de la enfermedad, es decir, la causa de la neurosis. Para Freud la enfermedad es la neurosis y esto es clave ya que cuando dice: “todos estamos enfermos” (p. 326) tira por tierra la idea de normalidad. 

Los síntomas pueden identificarse como actos perjudiciales que las personas describen como realizados contra su voluntad, en tanto son acciones que se les imponen y la voluntad fracasa en su trabajo de evitarlos y erradicarlos (p. 326). Freud pregunta: si son perjudiciales ¿por qué son tan difíciles de erradicar? La respuesta pasa por pensar que los síntomas son un efecto que expresan un conflicto. El conflicto, que es inconsciente, implica una lucha entre dos fuerzas opuestas entre sí. La búsqueda de reconciliación de esas fuerzas genera una formación de compromiso, es decir, una transacción en la búsqueda de resolución del conflicto, que queda condensada en los síntomas. El síntoma es una solución sufriente a un conflicto psíquico. Por eso, el síntoma es tan resistente a su desarticulación, porque es preferible una “mala solución” a quedarse “sin solución”. Está sustentado desde ambas fuerzas. 

El conflicto está generado por una frustración que tiene dos caras: 

a) una externa, en relación con el mundo exterior; por ejemplo, alguien rechazado en su amor, que no tiene el trabaja buscado, etc. Una de las dos partes del conflicto es “la“la libido insatisfecha, rechazada por la realidad, que ahora tiene que buscar otro camino para su satisfacción” (p. 327). Se produce una regresión. Ante la frustración, el camino regresa a sus antiguos lugares de satisfacción. 

b) una frustración interna: se produce otra frustración que es interna, se trata del “yo” que se opone a la regresión porque insiste en alcanzar sus objetivos o ideales. La manera que tiene el yo de oponerse a la regresión es a través de la represión: se reprime el conflicto. De esta manera, con la represión, el yo hace desaparecer de la consciencia el conflicto psíquico al precio de perder el dominio de lo que se desea tornándolo inconsciente. El yo tiene la ilusión de resolución de lo que lo compromete psíquicamente. El “logro” del psiquismo es que ahora, dado que el objeto deseado se vuelve inconsciente, queda allanado el terreno para la regresión a aquellos puntos de fijación de la satisfacción.

¿Fijación a qué? Freud esquematiza (esquemas pág. 330):

• Constitución sexual (vivenciar prehistórico): es lo filogenéticamente heredado, que posteriormente ubicará en el Ello con la segunda tópica. 

• El vivenciar infantil: que es la interpretación que el adulto hace de lo ocurrido en su infancia pasando por el tamiz de la pubertad que lo resignifica. 

• El vivenciar traumático del adulto: ejemplo en el hombre de las ratas cuando el tío le cuenta en el velorio de su tía fallecida que nunca le había sido infiel, esto desencadena sus ideas obsesivas. No es necesario grandes acontecimientos para el desencadenamiento, un comentario aparentemente nimio bastó en el caso del este paciente. Entonces, la neurosis del adulto repite la neurosis infantil, es una reedición que ingenuamente podríamos pensar que estaría en el pasado, pero es lo más actual que poseemos. El valor de verdad del relato del analizante es histórico, es decir, se trata de lo relatado por el paciente, pero no se trata de si se corresponde con algo ocurrido en el plano de los hechos. Por eso Freud dice que el valor de verdad no es material, en el sentido de que no hay una contrastación empírica, no se trataría de buscar si se corresponde con un hecho en la realidad (si fuese así, si hubiese ocurrido, no quitaría que el valor de verdad sigue estando en la representación o en lo relatado). La validez por contrastación empírica no tiene ningún sentido para el inconsciente, dado que el principio de contradicción no lo rige; en la lógica de lo inconsciente los opuestos no se excluyen, ambos tienen valor de verdad (un analizante puede decir que sus padres fueron lo peor y en la sesión siguiente decir que son lo mejor, no se contradice, tampoco miente, o podríamos decir, en las dos ocasiones dice una verdad -la verdad es medio-dicha como dice Lacan-). 

Entonces, toman un lugar de importancia las fantasías en la obra freudiana. Porque la realidad es la realidad psíquica que son las diferentes fantasías con las que Freud trabaja. Las fantasías tienen tres niveles de análisis:

1. Las fantasías Pcc-cc. Sueños diurnos; con contenidos de heroísmo, ambición y eróticos. Están en relación con las heridas narcisísticas; compenso en las fantasías el héroe/heroína, el poderoso/a o el ganador/a que no soy. 

2. Las fantasías filogenéticamente heredadas. Seducción (libidinización), castración (separación) y escena parental (su origen). Son los moldes con lo que la cultura armas sus representaciones y son trasmitidos vía modelos interpretativos de la realidad. 

3. Las fantasías inconscientes están en relación con la gramática pulsional, fantasías y pulsiones tienen el mismo recorrido: objeto (sometimiento), sujeto (agente) y tercero excluido (el que mira desde afuera). Ariel Bianconi

Síntesis sobre el escrito freudiano “Psicología de las masas y análisis del yo”.

  Lic. Ariel Juan Bianconi Quiero comenzar contando la experiencia de una colega con una paciente: la analizante se quejaba de que su mari...